LA GRAN MANZANA
Turno 07-04-13
'Alesito' |
Uno
de esos dos abrazos que me traje de recuerdo para Nueva York, cuando salí de
Colombia, fue el de Alexander o ‘Alesito’ como lo llama mi mamá. Sin embargo, ese lo saque de la maleta en mayo
del mismo año cuando lo reemplacé por abrazos a diario. ‘Alesito’ llegó ese mes
a Nueva York a acompañarme por un ‘ratito’ en mi aventura.
Era
Julio y decidimos conocer juntos la Gran Manzana, y que mejor fecha para
recorrerla que el día de la independencia de Estados Unidos (4 de Julio). El
turno de la gran Manzana había llegado y nosotros estábamos a la expectativa de
encontrar una espectacular bienvenida con fuegos artificiales, desfiles y
demás.
New york desde Brooklyn Bridge |
Con
‘alesito’ coincidimos en una cosa: “Cuando llegas a Nueva York lo primero que
aprendes es que no sabes inglés”; por lo cual, nos tocó adaptarnos bruscamente al
acelerado dialecto neoyorquino. Sin embargo, aquello del idioma fue algo que se
hizo mínimo después de un par de cuadras andadas; recorrer las
calles de esta ciudad es fascinante, puedes tomar a tu compañero de viaje de la
mano y aún sin pronunciar palabra alguna, descubres que a tu alrededor camina
contigo la cultura del mundo.
Escuchas
todos los idiomas que puedas imaginarte, incluso aquellos que no. Ves personas
de toda clase, sin clase, con tradición y sin ella también. Es como poner en un
solo momento y espacio al mundo entero. La arquitectura es antigua e imponente.
Las calles son como de fotografía. Sientes el subway (tren subterráneo)
corriendo bajo tus pies y caminas a paso veloz pero disfrutas cada centímetro
que recorres. Siempre encuentras algo novedoso y atrayente, es como si la
ciudad concursara por esquinas para llamar tu atención.
"Time Square" |
Pasamos
el día entero caminando y aunque no sentíamos los pies, tampoco sentíamos el
cansancio; queríamos nuestra bienvenida. Estábamos ansiosos por ver los fuegos
artificiales ya que el deseado desfile de cada año no fue para esa fecha; sería
para noviembre en el día de acción de gracias. Llegamos a la hora indicada
(8:00pm) a la parte sur de Manhattan, bajo el puente de Brooklyn; Allí una
larga y refrescante bahía decora la orilla del Rio Hudson, el mismo que pasa
por Rosendale y que desemboca en el Mar Atlantico de Manhattan.
"Un llanerazo de fondo" |
Eran
las 10:00pm, nosotros estabamos sentados en una banca de cemento a la orilla del río, y aún
esperábamos el espectáculo; extrañamente este nunca inició. Estábamos algo
desilusionados, no tuvimos nuestra gran bienvenida con luces y estallidos, pero
aún estábamos sentados en la capital del mundo y solo con apreciar desde
aquella banca la inmensidad de esta gran ciudad, que incluso bajo la noche
continua despierta y despampánate, fue suficiente
para ser tomada como nuestra bienvenida.
Sentimos a Nueva York esa noche en nuestras manos.
Luego
de un par de margaritas en un exclusivo bar de la ciudad regresamos al corazón
de Mahattan (Time Square). El último bus de regreso a Rosendale se había
marchado hacia una hora y nosotros no teníamos donde dormir esa noche. Igual no
nos importó, estábamos animados, era verano y al son de unas tonadas llaneras
pasamos la noche cantando, bailando y riéndonos de cada cosa que pasaba en el
Time Square.
Después
de que por fín amaneció, empezamos el día con un cafecito para remediar el
sueño y emprendimos camino hacia el zoológico del Bronx. Era viernes y yo
sentía el cansancio de un año completo en mis pies. Llegamos al zoológico y
pagamos la costosa entrada con los últimos dólares que nos quedaban (Una semana
después descubrimos que los miércoles la entrada es gratis) Caminamos durante
todo el día y al final yo no sentía mis piernas y ‘alesito’ no quería caminar
un centímetro más. El subway de regreso a Mahattan fue una tortura y nosotros
solo queríamos llegar a Rosendale.
Fueron
dos días en los que caminamos todo aquello que no habímos caminado en el año y en los que bajamos de peso el equivalente a un mes de gimnasio. Pero
valió la pena; teníamos nuestras almas repletas de cultura y nuestro apetito
hambriento de más aventuras.
CONTUNUARA…