Me gusto en la mañana cuando el sol apenas se
despierta y me besa la cara.
Me gusto con ese rayito de sol a través de la
ventana que muchos evitan con
una persiana.
Me gusto cuando llueve, y la brisa húmeda que
esponja mi cabello, me
acaricia la mejilla,
cuan rocío mañanero acobijando el verde
mientras el día nos bautiza.
También me gusto con el sol,
ese que hace brillar mi cabellera cobriza y
detenida en el tiempo.
La que nunca crece,
nunca cambia,
nunca abandona el cuerpo,
pero siempre llena de inspiración mis
cuentos.
Me gusto sentada al borde de una
montaña,
con olor a tierra seca inmortalizada,
con esa esa nostalgia que siempre me
acompaña
Me gusto cuando respiro contra la dureza de
una roca inmensa,
y me doy cuenta de que el eco de mi silencio
es mas ensordecedor que el grito
de mi particular fiereza.
Me gusto cuando bailo
porque siento cada centímetro del
cuerpo
del mío... y del de ellos.
me gusta el aire tibio, las manos humedad, la
sonrisa de las miradas,
y la inquietud que compone cada balada.
Me gusto a las tres de mañana, sin alcohol en
la mirada,
recostada sobre la cama
conversando con el alma
con la mía en completa calma
y la suya embriagada por la falta de pudor y
bragas.
Me gusto en la mañana,
solitaria y acompañada.
Me gusto…
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