jueves, 20 de octubre de 2011

Ahora entiendo la frase...cuando siento no escribo!... tengo el corazón en mis manos, mi alma salio volando por la ventana de mi habitación y mis sueños corrieron detrás de ella.... siento tanto sentimiento que mis palabras no fluyen y mi inspiración se esfumó.

mi magia esta jugando a las escondidas con los versos que habitan en mi ser!

CUANDO SIENTO NO ESCRIBO!

domingo, 2 de octubre de 2011

SOLO UNA ACOTACIÓN PERIODISTICA...

General Luís Mendieta habla de su experiencia en cautiverio

“EL SECUESTRO ES COMO ESTAR PERDIDO EN MEDIO DEL MAR”

El naufragio es perderse por error en una parte del mundo, el secuestro es perder la posibilidad de ser encontrado en alguna parte del mundo en la cual se está desorientado, obligado y despojado de cualquier derecho fundamental.



La libertad es un derecho tan fundamental como la vida misma, ser privado de ella es un hecho inconcebible, no existen razones lógicas que justifiquen este flagelo. Luis Herlindo Mendieta, oficial de la Policía Nacional colombiana, fue testigo directo de la crueldad y el desespero al que se ve sometida una persona presa por la guerra.

 Durante 11 años y seis meses, habitó cargado por cadenas las selvas del país luego de ser capturado junto a sus hombres  en la toma de Mitú, Vaupés de 1998.

El descanso y la comodidad son ahora lo primordial en su vida, compartir el mayor tiempo posible con su familia y conservar el equilibrio espiritual que lo mantuvo vivo y con esperanzas tantos años en el monte es lo único que refleja Mendieta con esta entrevista a la que accedió en la sala de su casa en pantuflas y sudadera.

La tecnología y lo rápido que avanza el mundo a través de los años es una de las cosas que más demuestra impactar al General al iniciar esta conversación, por esta razón es imposible dejar pasar por alto el asombro y curiosidad que mostro frente a la grabadora de voz que utilice para realizar la entrevista, debido a que fue él quien inició el diálogo con una sorprendente pregunta, “déjeme ver el aparato, ¿esto cuantas horas graba?”, con esto se logra percibir el grado de desactualización en que se encuentra y las consecuencias de haber pasado tantos años alejado de una vida en su desarrollo normal.

 Después de esta pregunta queda claro que el estar secuestrado no es solo estar en incertidumbre constante y mantenerse alejado de los seres queridos es también quedar en el pasado frente al mundo ¿cuánto tiempo vivieron incomunicados con el mundo real durante el cautiverio?

El radio no lo quitaron exactamente cuando salió Sigfredo, que fue liberado unilateralmente con Alan Jara. Al día siguiente estaban transmitiendo la entrevista que realizó Darío Arismendi a Sigfredo y estábamos todos atentos escuchando cuando “¡plop!” de la nada nos quitaron nuestros radios y en el momento no dieron explicaciones, luego nos enteramos de que la razón verdadera para qué nos mantuvieran 16 meses sin radio era por las ondas de frecuencia que estos emitían a los helicópteros que nos sobrevolaban y que ponían en riesgo la seguridad de los campamentos.

Bueno pero es cierto que para que los secuestrados se mantengan vivos y no pierdan la esperanza, que finalmente es también un objetivo de los guerrilleros que los necesitan sanos, el radio es de vital importancia, ¿como soportaron ustedes 16 meses sin ese incentivo que es escuchar a sus familiares y estar al día de lo que pasa fuera de la selva?

Realmente fue muy duro, no saber que pasaba afuera, no escuchar una voz de aliento que venga desde el exterior de ese cautiverio es algo como para enloquecer, pero la esperanza es algo que como se dice, es lo último que se pierde, luchar por sobrevivir es mas que innato es instinto y de todas formas la compañía de los demás cautivos ayuda, uno intenta sobrellevar la carga de ese mal momento tan largo y trata también de ver siempre el lado positivo, aprendí un poco de alemán al lado de Alan Jara que nos dio clases y también aprendí a bailar Joropo, es decir uno busca dispersar la mente y olvidar por un momento que está lejos ocupándose en otras cosas de alguna forma alegres.



¿La guerrilla les permitía recibir las clases?

Cuando estábamos en un campamento si, una o dos horas de clase, durante las caminatas no podíamos hablar.

Algo de ruso de lo que aprendió...
Bueno, hasta la vista que se dice: до свидания y hola  se dice: привет o como estas que es: или как это, es complicado además porque para entenderlo escrito hay que aprenderse el abecedario genérico.

Alan era el profesor de ustedes, el que le ponía la chispa mejor dicho era de gran ayuda para todos, ¿Que queda después de que él se va?

Queda un vacio fuerte, el problema es que él se fue un 18 de diciembre de 2008 y a los 45 días nos quitaron los radios y entonces fue más duro todavía, porque el radio es todo para un secuestrado y siempre resulta ser un vacio para nosotros por el que se va pero al mismo tiempo una alegría muy grande porque sabemos que salió a la libertad, además que la lista se va reduciendo y uno solo está esperando el turno.

¿En esos 16 meses no tuvieron contacto alguno con lo que pasaba en fuera del sitio donde los tenían ubicados?

Pues contacto, no sé si eso cuente como contacto confiable, pero de vez en cuando se acercaba un comandante guerrillero y nos contaba algún hecho importante, por ejemplo cuando a mi me secuestraron en Mitú, era teniente coronel, mi asenso fue durante el secuestro y esa fue una de las noticias que me informaron en esos 16 meses, se acercó uno de los que nos vigilaba y con una palmadita en la espalda me dijo ¡ah Por ahí escuche que lo ascendieron a general, salió en la noticias!, en ese momento sonreí con ironía, pues era una buena noticia pero no lo era la forma de enterarme.

Hace poco se celebraron los dos años de la operación jaque, ustedes estaban al tanto de esta operación, ¿como fue la reacción de la guerrilla?

Ese día estaba el capitán murillo escuchando un programa deportivo a las dos de la tarde y en ese momento suspendieron la trasmisión, por una extra, el escucho la noticia de que por una operación del ejercito habían sido liberados Ingrid, los norteamericanos y los once militares y policías, entonces como él era aficionado al futbol empezó a gritar ¡gol, gol, gol!, ahí mismo todos dijimos ¿que paso si no hay partido? y él respondió no ¡gol! Del ejército colombiano que rescataron a unos secuestrados, en ese instante los guerrilleros que prestan vigilancia, decían cual gol cállese, y mandaron a que avisaran a los comandantes, después llegaron cabizbajos y la rabia se les veía en la mirada.

Claro y no tomaron de pronto represalias con los que quedaban, es decir con ustedes…

Si claro en ese momento nos iban a quitar los radios, pero no, allá las represalias que toman son en este momento o acá para ustedes  finalmente muy sencillas, pero para uno como secuestrado eso vale mucho, por ejemplo el simpe hecho de llevar un tinto frio, la comida fría, rebajar los utensilios de aseo personal o quitar tiempo al que dan para bañarse, son cosas que aunque no parezcan son muy difíciles.

Ese es el resentimiento después de un ataque, además que la mayoría de guerrilleros y paramilitares desmovilizados cuentan que están ahí por falta de educación y oportunidades…

Si allá uno conoce sus historias y cuentan que no tuvieron opción y se fueron a raspar coca, estando allá se infiltraban en las filas y lo hacen por un puesto, porque les enseñan a manejar carros, armas, a aplicar medicinas y eso para ellos es algo grande. Son sobre todo niños entre los 11 y 12 años los que reclutan, ellos aun no tienen autonomía y si no hay educación no están centrados y son fáciles de convencer y persuadir.

Las Farc están metidos en lo mas espeso de la selva, ¿Cómo hacen para sobrevivir, es decir, como hacen para mantener frescos los alimentos, o que tipo de comida es la que tienen allá?

Ellos llevan mercados para uno o dos años y elaboran unas plataformas de madera y todo va envuelto en bolsas plásticas, hacen un hueco en la tierra y entierran todo, es decir, todo lo que son granos, lo importante para ellos, arroz, lentejas, pastas frijol, harina, sal y todas esas cosas que dura tiempo empacado y enterrado.

Era su cumpleaños el día del rescate ¿Alcanzaron a celebrarlo? 

Pues ese día me llevaron una torta y yo alcance a comer un pedazo pero en realidad lo único que quiero recordar es que mi regalo y el mejor en tantos años fue mi libertad.

¿Como hace la guerrilla para llevar una torta o elementos perecederos hasta ese lugar tan adentrado en la selva?

No, ellos tienen la harina, hacen allá las tortas, utilizan hornos caseros, cocinan y hacen pan, tiene guerrilleros que saben hacer cosas así, es mas en una época hubo un policía que sabía hacer pan y se invento un horno  de leña para que comiéramos pan fresco

¿Comían las tres veces del día?

Pues cuando estamos en sitios fijos sí las tres comidas, pero durante las caminatas, dos comidas, en la mañana un desayuno-almuerzo y por la tarde un almuerzo-comida.

  La guerrilla mantiene en constante movimiento, realizan extensas caminatas y es una estrategia para no ser ubicados ¿A ustedes los mantenían durante largos periodos de tiempo en el mismo sitio o cada cuanto los trasladaban?

Nosotros cambiábamos de campamento cada dos mes o cada mes y medio, nos mueven por seguridad, por sobrevuelos de helicópteros todo son medidas de seguridad, en ese trayecto también nos cambiaban a los guerrilleros que nos cuidaban, esa es una estrategia para evitar crear vínculos afectivos entre ellos y nosotros, de todas formas somos humanos y durar muchos años al lado de una persona, así sea en la situación que sea, da pie para familiarizarse y tomarle cariño a alguien, ahí donde nos rescataron llevábamos apenas ocho días y yo ya estaba pensando que hacer para pasar el tiempo ¡Menos mal no duro mucho!

 ¿Cuando llegó a la libertad que fue lo primero que comió o que fue lo que más anhelo comer durante el cautiverio?

Lo primero que pedí comer fue una carne con un par de huevos encima, ósea un bistec a caballo, fue delicioso porque hace mucho no comíamos huevos.



¿Ni carne?…

Carne, pues sí, es que allá se come es carne de danta, de saíno, de cachirre, o el pescado ese que llaman piraña, mejor dicho cazan carne de monte que ellos llaman mariscos.

Después de todo esto, ¿como es el proceso de llegar, de aterrizar en la libertad y adaptarse de nuevo al mundo, a su familia, a todos los cambios que en 11 años son bastantes?

Bueno pues inicie primero con mi familia me reintegre con ellos en la ciudad donde vivíamos cuando nos apartamos, en Santa Marta, por eso quise volver al mar a sentir la brisa, a ver el azul del cielo ahora claro, el azul del mar, caminar por la playa, eso fue una experiencia muy bonita, después llegamos acá a Bogotá y a reintegrarme con todo, pero es difícil porque acá llega el acoso, el saber comportarse frente a los medios y el afán de las personas por saber mas de la historia.

Si eso obvio, uno entiende que es incomodo para usted llegar después de tanto tiempo anhelando tranquilidad y tener a los medios y a todos los que deseábamos conocerlo, es complicado, pero no sabía que ya había logrado salir de vacaciones…

Si eso es verdad, pero de todas formas uno como ex secuestrado, o por lo menos en mi caso, estoy muy agradecido, con los medios de comunicación, siempre son un apoyo, y es mucho lo que ayudan cuando uno está allá, en estos 12 años fueron una fuerza, un motor porque nos llevaban las voces de nuestros familiares, por eso es primordial y muy importante para mi atenderlos y las vacaciones, bueno, era algo que necesitaba hace 12 años.

¿Cuál fue la primera noticia de la que se entero al llegar y que más lo impacto?

Pues la verdad muchas, pero así la que mas recuerdo es la muerte de un amigo de la familia que era piloto y que murió en un accidente en un avión que cayó en Venezuela, eso me impresiono y es que son tantas cosas las que han pasado que lo que necesito es tiempo para seguirme enterando.

En la parte humana general,  ¿como lo cambia como persona el haber estado casi 12 años alejado, solitario y con tanto tiempo para pensar?

Lo único que cambia para bien es la parte espiritual, uno se dedica a pensar, porque con mi familia todo sigue igual, uno allá se vuelve intolerante, cosas tan pequeñas como que a un compañero le toco una porción mas grande de comida  lo saca a uno de casillas, las reacciones por las diferentes opiniones después de escuchar alguna noticia también provoca incidentes y todo es un atraso se llega con muchos vacios de informacion, falta de conocimiento.

Pero dentro de todo deben haber buenas experiencias, fueron casi 12 años en los que compartieron muchas cosas todos lo que estaban allá con usted, de pronto hay alguna anécdota para recordar…

Bueno la colaboración de todos, eso vale mucho allá, y nada las cosas positivas, por ejemplo dos días antes del rescate un águila se poso cerca a nuestro campamento y murillo grito ¡Libertad! Y el cuento es que cuando salió el senador Gechem, 10 minutos antes de que lo rescataran se poso junto a él un águila blanca, y entonces esto se volvió como un mensaje de la naturaleza.

¿Qué opina usted del acuerdo humanitario y toda la problemática que ha rodeado el asunto durante este tiempo?

A uno siempre le preguntan, ¿está de acuerdo o no? Pero lo que yo ahora digo es, uno en esos momentos no se pone a tomar partido ni posiciones políticas, lo que siempre hago es comparar al secuestrado con el naufrago en medio del mar que se está ahogando, entonces los que están en la orilla que hacen, lo dejan ahogar o le mandan un salvavidas, el secuestrado solo espera, esta siempre pendiente de que le llegue esa soga que lo va ayudar a regresar a su libertad, entonces uno se aferra solo al salvavidas que hay en el momento, eso es un oxigeno que le alimenta el cuerpo y que espera solo la libertad.

Lo único que agrego a eso es que las Farc si deberían liberarlos unilateralmente por que están debilitados.

Por el tiempo que alcanzaron a estar informados ¿Como percibieron el problema entre el gobierno colombiano y Chávez, vieron en él alguna posibilidad para ser liberados?

 Como dije antes uno se  cuelga del primer laso que le lanzan, Cuando el gobierno decidió que el fura facilitador lo vimos como una solución, pero cuándo se rompieron las relaciones entre los dos países ya no.

¿Que piensa usted de gobierno que se aproxima, de Juan Manuel Santos?

Bueno he escuchado que él se rige por las mismas políticas de Uribe, me imagino que la situación para los que aún quedan no cambiará, pero de todas formas uno estando allá solo espera la liberación y un acuerdo que logre terminar el secuestro.

¿Las Farc si logra algo con todo esto?

No, ellos tienes esas ínfulas de que van a conseguir el poder del estado, que su gente va a poder tomar el poder y están tan convencidos de que por estos medios van a lograr que el gobierno acepte sus condiciones que por esto lo siguen haciendo, para ellos una golpe del ejercito como el de Raúl reyes es fuerte, pero es comparable con el narcotráfico, hay una línea de mando y pues si muere uno siempre abra otro que sigue y así sucesivamente. sin embargo no hay duda, después de la operación Camaleón queda en evidencia de que están debilitados.

Bueno general ¿que vienes para usted ahora que  volvió a la vida?

Primero estudiar, actualizarme, acoplarme otra vez a la cotidianidad que tiene su proceso como todo, pero lo primero es estudiar, quiero continuar con mis idiomas, estar con mi familia el mayor tiempo posible y muy seguramente me iré del país.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

la prostitucion del lenguaje (recuerdos de un articulo olvidado)

no hay animo de ofensa solo de critica.....
(que esto quede en voz en off)

Abrir El espectador y leer en la sección de opinión artículos polémicos  como el de Alfredo Molano en contra de los “notables Araujo vallenatos y de Cartagena”, se ha convertido en una labor complicada y destinada para mentes ``brillantes` y `analíticas` que con leer el artículo una única vez, no se remitan a los Araujo que todo el país conoce, sino que necesiten de una exanimación detallada del texto para llegar a determinar quiénes son los Araujo de los que el periodista habla.

 Haciendo uso de la lógica universal, que rige las normas del lenguaje, generalizar los Araujo y otros, es hablar de cualquier notable con este apellido que además de eso este segmentado en esta región costera, o al menos es así como lo ve  la ley en Colombia.

Pero si ponemos en un contexto real a un personaje como Alfredo Molano, con la experiencia que trae acuestas, sabremos que no es de los que se sienta a escribir a la deriva, sin medir ni tener idea de la magnitud de las palabras que utiliza para expresar su punto de vista, sería ridículo siquiera imaginar que con el hecho de no mencionar directamente un sujeto pasivo, Molano generalizó el apellido Araujo y que notable puede ser cualquier persona que viva en Valledupar o Cartagena y que casualmente sea Araujo. Pongamos la sensatez en primera instancia y así no será necesario hacer una lectura minuciosa, como pretende Molano, para entender a lo que se refiere con su opinión.

Es apenas lógico pensar que cualquiera de los 40 Araujo, que conforman esta popular familia  costeña,  se sintiera aludido por las fuertes críticas del periodista y es más lógico todavía pensar que se tomarían medidas al respecto.

Enfrentarse a la justicia penal y ser acusado por injuria y calumnia es a lo que cualquier columnista se expone al hacer juicios y dar acusaciones tan graves en un medio.

Sin embargo es paradójico ver como el lenguaje se prostituye en beneficio del escritor, porque librarse de una condena evidente simplemente por tergiversar el verdadero enfoque de la opinión basándose en el uso de las palabras y en la ambigüedad que de estas resulta, no es un argumento del todo honesto y objetivo, es más bien un trampolín que utilizo la defensa para saltar más alto que las acusaciones y esquivar una sentencia justa.

Finalmente los hechos fueron concretos las palabras puestas en el orden y la forma precisa y a pesar de lo inusuales que fueron las pruebas que presento la defensa terminaron siendo lo suficientemente solidas para ganar.

Por esta vez el ejercicio de la profesión periodística  se salvo y no precisamente por una campana sino por la gramática y la riqueza del léxico que conforman el español. 

LAS CRUCES, MORADA DE UN SUEÑO OLVIDADO

Tras escuchar al autor de su crónica insignia leer las últimas líneas que cuentan su historia, sus ojos  se inundaron de las lágrimas que le producen el orgullo que siente por sí mismo y la tristeza de sentir que fue grande y ahora arrastrado por los años vive en el  olvido. Entre las longevas de su vejez en las  que se  perciben sus 83 años aun habita el espíritu de Mustafá ese joven emprendedor y entregado al espectáculo.

Jesús María Lievano como realmente se llama este ibaguereño que por años ánimo el comercio de telas, calzado y bisutería en el centro de la metrópoli, es ahora un habitante más de los peligrosos y arrinconados laberintos que componen el barrio más antiguo de esta ciudad, las Cruces.

Un sábado como cualquier otro decidí acompañar a Oscar Bustos, mi profesor, a recorrer las calles de la ciudad. Caminar por Bogotá resulta ya por naturaleza toda una travesía, tenía mi mente  suspendida en un limbo de posibilidades, no sabía lo que me esperaba y no sospechaba lo que en aquel sitio podría entender.

Caminamos sin afanes y sin el estrés común que me produce andar en la ciudad, desde la estación de transmilenio museo del oro hasta las Cruces, un barrio de esos que están etiquetados por la sociedad como uno prohibido para visitantes y atacado por la delincuencia. A escasas seis cuadras de la Plaza de Bolívar, aquella que tantas veces había visitado pero nunca había observado como aquel día, vive  Mustafá, el pionero de los payasos desde los años 50 en el centro de la capital.

 Pasar por el palacio de Nariño y ver como se van transformando las calles es sorprendente. Los contrastes que ofrece Bogotá son un motivo que amerita que las palabras se sumerjan en el papel y encuentren la manera perfecta de componer un texto que logre dibujar lo que se observa. Los rústicos andenes que sostienes las casa que llevan acuestas más de 100 años de historia  son la prueba de que para lograr transportarnos a un mundo mágico no es necesario recorrer miles de kilómetros de distancia.



Eran las ocho y media de la mañana y después de 15 minutos de camino, llegamos al parque principal del barrio. Como si fuera un pueblito de tierra caliente, de esos que caracterizan a este país, allá todos los vecinos se conocen con todos, en la tienda la musica amenizaba el partido de micro que se jugaba en la cancha y las personas ya estaban realizando sus actividades de fin de semana.

Esperamos durante cuarenta minutos a “chuchin” uno de los hijos de Mustafá, quien nos guiaría por nuestra travesía hacia su casa. Antes de que llegara, Oscar me había advertido de que “chuchi” tenía un pequeño retardo, esto se hizo evidente con su conversación, es una persona con problemas para leer y hablar, sin embargo, por el mundo en el que se desenvuelve, es consciente de la realidad en la que vive. Caminamos hacia la plaza de mercado, pero nos detuvimos a desayunar,”chuchin” nos aconsejo comer tamales “de esos que la vecina vende a mil o a dos mil y son buenos” dijo. Los tamales valían 1000 y 2500 los mas grandes, mientras comíamos recordamos que se aproximaba el nueve de abril y con esta fecha el aniversario de la muerte de Jorge Eliecer Gaitán, aquel liberal, candidato presidencial en el 48 que vivió su infancia unas cuadras mas debajo de aquella tienda.

En mi reloj daban las nueve y cuarenta cuando llegamos a la plaza, “esto no es como me lo imagine” le conteste a Oscar cuando me preguntó como me parecía aquella edificación. Cuando me detuve frente a la entrada recodé aquel pasaje bíblico (marcos 11: 12-26)  donde se cuenta que Dios al ver convertido su templo de oración en un mercado enfureció como nunca. Pues la estructura arquitectónica parece más una iglesia que un mercado. Las columnas son largas lo que hace que el techo sea alto y la estatua del cóndor mezclado con pavo real que custodia la entrada desde arriba da la apariencia de un santo. La limpieza y la organización con la que allí trabajan son admirables, jamás había visitado ninguna plaza de mercado, o galería como solía llamarle yo de pequeña a este sitio, sin ceñir mi rostro por el mal olor o salir corriendo agobiada por la algarabía que se vive dentro de un lugar tan típico como este. La plaza de mercado de las cruces es algo diferente al estereotipo comúnmente conocido

Víctor es tal vez el comerciante mas antiguo de esta plaza, lleva cincuenta años trabajando allí y conoce su historia completa…

Compramos frutas y emprendimos el viaje hacia la casa de Mustafá, a la cual solo lográbamos llegar con la compañía de “chuchin” o de alguno de los integrantes de la familia, pues junto a estos recovecos  que compone el camino, limita la “olla” de las brisas, uno de los expendios de droga mas grande y desconocidos de Bogotá. “Esto es como atravesar por la cueva de Alibaba y los cuarenta ladrones, se necesita de suerte y unas palabras mágicas para pasar” me comento Oscar mientras seguíamos a “chuchin”, y realmente era así hasta hace unos meses. El nuevo CAI de la policía que implantaron en la entrada al laberinto como lo bautizamos ha reducido en un gran porcentaje las filas de indigentes, ladrones y drogadictos que  rodeaban estas calles.

Por fin llegamos, la puerta es una teja de zinc trancada con una piedra, al final de un pequeño corredor que inaugura la entrada, como no hubiesen bastantes antes de llegar, estaba doña Ilia Zemanate, esa mujer abnegada, solidaria y entregada a su hogar que desde hace casi 50 años acompaña por el camino de la mano a nuestro gran Mustafá.

Saludamos a toda la familia, su hija cristina, invidente desde hace apenas 10 años, su esposo también invidente, su hija Lorena y sus demás hijos. En el centro de un solar rodeado de arboles y alegría en una silla tomando el sol por fin estaba Mustafá, saludo entusiasmado a mi profesor aunque le reclamo por llevar casi ya dos años sin visitarlo, “ how are you?” escuché que dijo, me asombro que supiera ingles, pero era apenas el inicio de una cadena de asombro mientras lo conocía. Apenas me vio me brazo y exclamo “como esta de grande la muchachita don Oscar, está muy bonita” todos le repetíamos que yo no era la hija del profesor, pero parecía no entender y tampoco me importo hacerme pasar por la niña que lo conoció cuando tenía ocho años y ahora tiene 22. Nos sentamos a conversar y como si me conocerá de toda la vida comenzó a relatar sus historias.

Era grande comprendí en el instante mismo en que entre a esa casa. Sus aventuras y travesuras de joven aun viven en sus ojos que al mirarme reflejaban al hombre que cantaba y apodaban el gardelillo, al mismo que en el 64 enamoró a Ilia en una feria de Cali donde animaba una exposición de aves exóticas y se gano los corazones de muchos en Colombia.

“mire, lea” me dijo y como si fuese un pañuelo o un objeto típico de cargar consigo saco de su bolsillo un fragmento de la crónica que tanto le hacía recordar y sentir. Aquella acción me conmovió, es tal el orgullo que siente este hombre por lo que hacía que como un trofeo colecciona cada una de las publicaciones en las que aparece su nombre. 

“Mas conocido como Mustafá, el ultimo faquir en Bogotá”, como se titula la crónica,  es mas bien un símbolo de lo que significa en Colombia ser un artista. Su vida se resume en un álbum empolvado que junto a él ha envejecido. Hoja tras hoja nos fue mostrando cada una de sus experiencias, y como si los años no transcurrieran nos fue contando su pasado. Cada página tenía vida propia y cada fotografía tenía su historia, con unas reía, en otras se entristecía, se inspiraba o simplemente suspiraba, era como si sentarse en aquel solar, en su sacrificada casa, a recordar sus pasos junto a nosotros, significara mas que publicar  su vida en una revista, era como si estuviera viviendo nuevamente sus años mozos.

En mis recuerdos quedara marcada la imagen del gran Mustafá y el aren que componen su familia, en mi mente quedará para siempre plasmado el rostro de un hombre incansable que a pesar de permanecer olvidado por una sociedad que tanto lo necesito un día, continua sonriéndole a la vida y luchando por sobrevivir en un mundo no tan mágico como de árabes, lámparas maravillosas y alfombras voladoras  que soñó conocer.

UN SINÓNIMO DEL ARTISTA, MARTIN MACERA

LA VIDA COTIDIANA EN EXPOSICION
El aroma de los colores y la frescura de la inspiración  con un poco de locura penetran  el lugar. Entre cuadros, oleos, creaciones y magia hay un hombre que con sus manos dibuja lo que solo la mente humana puede imaginar.

Ascender por entre el aluminio de unas escaleras circulares colmó de ansiedad mi intención de conocer al artífice de aquellas obras que en algún momento impresionaron mis ojos, saber de dónde provenía tal creatividad y seguridad al plasmar sentimientos sobre materiales tan comunes como una caja de fósforos, una etiqueta o un trozo de ropa era algo fascinante.

Finalmente ahí estaba, de pie ante su siguiente creación, Martin Macera, el artista plástico que como si la vida le hiciera cosquillas siempre  sonríe y tiene alguna broma para apaciguar los minutos previos de una presentación.

Con un look alocado, despreocupado y sereno trabaja diariamente en su taller,  Ese que desde hace cinco años ha sido testigo de sus magistrales invenciones, ese que lo inspira y ciertamente está cargado de una energía positiva que tal vez inspira también a cualquier parroquiano sin ser artista.

Me deleite por horas con sus historias y con la emoción que demuestra al explicar cada una de sus obras, era como si al exhibirlas sintiera un orgullo tan grande como el de un padre frente a su mayor creación, un hijo. Cada una tenía sentido, cada una contaba una historia y era como si cada una tuviera una parte de  él  adentro.

Cuando le pregunte ¿Cuál es el objetivo de sus obras? Me respondió emocionado “llevo cinco años trabajando como artista, soy egresado de la facultad de  bellas artes de la universidad Nacional  y con mi trabajo solo busco hacer la diferencia, busco una identidad para que la gente me conozca”.  Y claramente la encontró con su técnica personal.  Desde hace cuatro años trabaja sus obras a base de cajas de fosforo el rey en las cuales plasma el rostro de personajes polémicos del mundo. Por ejemplo plasmó a Marilyn Monroe  sobre las cajas y con acrílicos. Si uno se acerca al cuadro solo ve el fuego de las cajas de fósforos y si se aleja capta con claridad la imagen de la mujer mas candente de EE.UU, una metafórica  y apropiada combinación.

“De la cotidianidad, de los problemas y del mundo en el que vivimos de ahí vienen mis ideas” afirmó cuando me interese en su imaginación. Realmente Martin es un artista, es una persona que siente y percibe con gran sensibilidad  lo que ocurre  en su entorno y aprovechando todo lo que su talento le otorga esta labrando un camino hacia el éxito y el reconocimiento.

Este artista no solo dedica sus días a crear, también es consciente de que su técnica debe ser propagada y por esto también es profesor, dicta clases de arte en su taller todos los martes y jueves. “es un reto pero también un placer compartir mi espacio con quienes quieren aprender de mi arte”.

FUI ESCLAVO DE MIS CLIENTES

Antes de ser artista Martin fue publicista, tuvo una agencia con unos compañeros en la cual trabajaron por varios años, sin embargo el sentía que no podía expresar su talento libremente, sentía que su inspiración estaba reprimida y asegura haberse convertido en “un esclavo de sus clientes”, siendo publicista debía ceñirse a las peticiones de los demás, debía hacerle a sus obras lo cambios que ellos deseaban. “no era libre de expresarme” dijo  y esto lo hizo desistir de esta profesión y encontrar su verdadera vocación e identidad en las arte plásticas.


Desde hace un año hace parte de la Galería Casa Cuadrada en Bogotá y asegura que le debe su actual reconocimiento a la galería, que después de haber ganado el concurso que lo vinculo al salón de arte, sus obras se han vendido como pan caliente y su futuro avizora mucha prosperidad.

Martin Macera es un sinónimo del artista.  Al igual que un poeta, un escritor o un periodista es  un contador de historias que con el alma en sus manos fabrica una realidad pero le da un tono pintoresco para no olvidar que  la vida aunque irónica también tiene color.


El encierro

Camila se levantó esa mañana dispuesta a hacerlo, nadie la odiaba, nadie la quería matar, nadie le deseaba su cruel destino, pero había alguien que no la amaba, había un hombre que no la conocía.

El día amaneció nublado, el frio que penetraba los huesos se  coló en su corazón agonizante y anunció la tragedia.

Ella no sufría, no lloraba, no sentía la soledad de su habitación, pero quería sufrir, deseaba llorar y anhelaba sentir que el silencio la asesinaba cada minuto una y otra vez. Camila solo quería vivir.

Sentada junto al cadáver recordó cuando en la mañana se levanto descalza porque quería sentir el frio del suelo pero su alfombra se lo impidió, el café estaba caliente, la prensa bajo la puerta, su apartamento en silencio y el reloj a tiempo. La decisión estaba tomada.

Sus ojos se llenaron de lágrimas, pero ninguna rodo por su mejilla, quiso gritar por la ventana, correr por ningún lado, besar a algún desconocido, amar a su vecino y morir en el primer instante del día que nunca llega. Tal vez mañana, pero entonces se detuvo y pensó –nunca es mañana, ¿Cuándo moriré?, ahora Camila en realidad no sabía si lo que deseaba era vivir o morir.

La confusión se apodero del momento por un minuto, pero haberlo hecho fue el camino hacia la luz.

Después acaricio el rostro pálido del cuerpo tendido junto a ella y lloró se rió, lo besó, lo mató una vez mas y cansada de vivir se desvaneció sobre él.

Entonces lo logró, sintió tristeza, sintió un vacio en su estomago, un  nudo en la garganta y fue entonces cuando el verdadero dolor provocó que sus ojos se llenaran de lagrimas que rodaban por sus mejillas y se posaban irónicamente en su cuello. Era real, por fin Camila vivió.

Patricio era su vecino,  un joven inocente,  una persona ajena al conflicto y al amor de Camila. Sin embargo era el culpable del sufrimiento y la pasión perfecta que la embriagaba.

Una botella de vino en el suelo, una navaja que clavada en la yugular del cuerpo inerte creaba el mar de sangre que mancho la alfombra y una expresión de sorpresa y agonía fue el escenario que necesito Camila para liberarse.

Aparentemente aquella navaja que apuñaló la garganta del hombre creo el nudo que desató el sufrimiento que pedía a gritos la vida de ella.

Esa mañana Camila asesinó al hombre que amaba en silencio, acabo con la posibilidad de ser conocida, pero vivió tan intensamente esos pocos minutos, que desde la celda que hora habita, tiene la certeza de volverlo a hacer. Por fin se siente presa de la vida, por fin se siente encadenada a algo distinto a ella misma