Hacer maleta no es el primer paso
ORIGEN
DEL VIAJE
Todos
saben que armar un viaje, con destino a
tierra lejanas, necesita más que ganas; necesita tiempo, decisión y para ser
franca varios pesos en el bolsillo. Para muchas personas mi viaje empezó cuando
hice mi maleta (abril-2013) y decidí dejar de un lado mi obsesión por
‘encartarme’, con el montón de “cositas”, innecesarias que necesita una mujer
para abandonar con seguridad su trinchera.
Pero
esto, a pesar de ser cierto, no fue así. Mi viaje empezó 8 años atrás, cuando no
por arte de magia, la idea de viajar a Estados Unidos se estacionó en mi mente
quinceañera. Y digo no por arte de
magia, porque ahora que estoy acá; tengo la certeza de que por haber sido el
primer pedacito de tierras lejanas, que conoció mi adolescente recuerdo de 15
años, fue que elegí este país como primera parada a una aventura que apenas
comienza.
Salí
de mi casa en Villavicencio, Meta (Llano de Colombia) el 1 de diciembre de 2005
con destino al Aeropuerto Internacional del Dorado de Bogotá. Mis maletas
(Plural, valga la aclaración) estaban repletas de fantasias y pesaban una
tonelada de ilusiones. Eran las 2:00 AM y tenía el tiempo necesario para llegar
a mi vuelo internacional de las 8:00 AM de ese día. Y así fue; luego de
despedirme de mis padres y agradecerles una y otra vez por el viaje, volé aquel
1 de diciembre directo a Miami, Estados Unidos y regresé el 12 del mismo mes
con las mismas 4 maletas; Pero esta vez con un peso extra: El deseo
incontrolable de regresar y continuar la aventura de conquistar otros mundos.
Sin
embargo el primer mundo que logré conquistar, luego de mi aterrizaje, fue el de
los 11 años de colegio. Los cuales terminaron con un grado el 7 de diciembre
de 2006. Entonces me sentí vencedora. Empecé a hacer de nuevo mis maletas,
soñando despegar muy muy lejos (En ese
entonces pensaba que el primer paso para viajar era hacer la maleta) y claro
que las maletas fueron útiles; pero para viajar a Bogotá, a tan solo 2 horas de
mi casa en Villavicencio. Así empezé la batalla en un nuevo mundo: La
universidad.
Allí,
en ese mundo; Fue cuando el Periodismo se convirtió en mi aliado de guerra más
importante para superar esta batalla; la cual terminó victoriosa el 18 de julio de 2012 con un nuevo grado como profesional y
un segundo mundo superado.
Sin
embargo en mi memoria aún habitaba aquel anhelo adolescente de emprender el
viaje. Inicie de nuevo el arduo trabajo de hacer las maletas. Pero
esta vez quedaron guardadas debajo de esa escalera que tiene el gran letrero
de: HAGA FILA Y ESPERE SU TURNO. Porque le tocaba el turno al mundo
laboral.
Ya
era noviembre de 2012 y mis ocupaciones volvían pequeñas mis maletas. Fui
necesitando objetos que iba tomando de ellas, haciéndolas cada vez más
invisibles, más ligeras; haciéndolas pasajeras de un vuelo perdido.
¿Cómo
retomar mi viaje y recuperar el impulso?
Ninguna
guerra se gana sin aprender de una batalla perdida. Enfrenté entonces la
batalla más peligrosa y la perdí. Perdí mi trabajo en diciembre de ese mismo
2012 de mundos superados. De ese 2012 en el cual anunciaban el fin del mundo,
según predicciones de los Mayas. De ese
2012 que acabó de nuevo con mis maletas
en Villavicencio donde alguna vez empezaron.
Fue
entonces cuando comprendí que hacer las maletas no es el primer paso.
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